lunes, 11 de febrero de 2008

Las rúbricas: su potencial como estrategias para una enseñanza situada y una evaluación auténtica del aprendizaje

de Frida Díaz-Barriga

Resumen del texto:

El artículo de Frida Díaz-Barriga se hace referencia a la “enseñanza situada” centrada en prácticas educativas auténticas y donde el aprendizaje se comporta como un proceso multidimensional de apropiación multicultural. En este contexto, las “rúbricas” o “matrices de verificación o valoración” son entendidas como guías que establecen niveles de dominio relativos al desempeño de una persona y que permiten al docente evaluar procesos o productos auténticos de aprendizaje.
Esta postura comparte la idea de que aprender y hacer son acciones inseparables, por lo mismo, se debe aprender en un contexto pertinente, coincidiendo con los postulados de John Dewey y otros investigadores más recientes.
Para tal propósito, las prácticas educativas auténticas requieren ser coherentes, significativas y propositivas, así que podrían ser “simplemente definidas como las prácticas ordinarias de la cultura” (Brown, Collins y Duguid). De acuerdo con Derry, Levin y Schauble, esta autenticidad se determina a través de la relevancia cultural y la actividad social promovida. Asimismo, las actividades se deben desarrollar en escenarios reales. En consecuencia, los educando deberán involucrarse y para eso, tareas de resolución de problemas, el análisis de casos y la realización de proyectos parecen adecuados.
Si nuestra evaluación se relaciona estrechamente con la evaluación, una evaluación auténtica centrada en el desempeño buscará evaluar lo que las personas hacen, identificar el vínculo de coherencia entre lo conceptual y lo procedural, entender como ocurre su desempeño en un contexto y situación determinada, o seguir el proceso de adquisición y perfeccionamiento de determinados saberes o formas de actuación. En este sentido, es una evaluación de procesos y formativa, donde se vuelven prácticas relevantes la evaluación mutua, la coevaluación y la autoevaluación.
Uno de los varios métodos para lograr una evaluación de este tipo son las rúbricas. Son unas guías o escalas donde se establecen niveles progresivos de dominio o pericia relativos al desempeño que una persona muestra respecto a un proceso o producción determinada. Integran un amplio rango de criterios que cualifican progresivamente el transito de un desempeño incipiente o novato hasta llegar al nivel de experto. Son escalas ordinales que enfatizan una evaluación del desempeño centrada en aspectos cualitativos, aunque es posible el establecimiento de puntuaciones numéricas.
Estas rúbricas, entre otras ventajas, pueden ser compartidas en clase y, de esta manera, permiten tanto modelar como realimentar los desempeños esperados, además de ofrecer elementos para la autoevaluación y la regulación personal del aprendizaje.

Comentario al texto de Díaz-Barriga:
este articulo me pareció sumamente interesante para nuestros propósitos de encontrar formas alternativas a los tests empleados, ya que satisfacen la gran mayoría de los 16 principios que establecimos en las juntas anteriores del comité en una manera clara y comprensible.

Diana Hirschfeld

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