viernes, 20 de abril de 2007

Evaluación del Curso del Dr. Tiburcio Moreno

Tal como lo señaló el Dr. Tiburcio Moreno al final del curso, la evaluación de dicha actividad consiste en entregar un comentario al respecto. Sólo basta hacer click en publicar un comentario en la entrada (que aparece al final de los comentarios ya existentes) o escribir directamente en la ventana de comentarios para compartir sus reflexiones con el resto de los participantes. Las constancias del curso van a estar en 3 semanas, yo les aviso.

Atte. Paola

6 comentarios:

joaquín dijo...

Hola, soy Joaquín Meza Coria.

Antes que nada, quiero agradecer al Dr. Tiburcio Moreno, por haber compartido tan generosamente con nosotros, su saber y su talento. Y a las organizadoras del taller, las felicito por su atinada y fructífera decisión.

Sólo quiero manifestar que, en mi opinión, los contenidos trabajados en el taller resultan de la mayor importancia para la práctica docente y que me queda la idea de que es necesario diseñar y realizar un proceso mediante el cual se incida en dicha práctica, con un nuevo paradigma de la evaluación, que esté marcado por los conceptos: ética, proceso, integral, formativa y cualitativa, por lo menos.

Al mismo tiempo, aunque todavía no esté yo claro de cómo podría ser, los conocimientos teóricos del taller resultan aplicables y potencialmente fructíferos no sólo para el módulo de "Evaluación" sino para todo el Curso de Formación de Profesores de Lenguas-Culturas del CELE.

La sensación resultante a partir de haber participado en el taller del Dr. Tiburcio, es de que nos lanzó a un viaje de transición, que empieza en el paradigma técnico de la evaluación hacia una praxis, integradora de los conceptos rescatables del pardigma técnico, con los recientemente explorados.

El futuro nos dirá las consecuencias concretas de este taller.

Atte. Mtro. joaquín Meza Coria . CELE-UNAM.

Noemí Alfaro dijo...

La evaluación del aprendizaje

Noemí Alfaro

Sabemos que la evaluación es una herramienta que muchos profesores subestiman. No el tipo de evaluación que solo detecta fallas en el aprendizaje, sino una gama de procedimientos que respetan el simple hecho de que los alumnos son individuos que aprenden de diversas formas y no siempre a un mismo ritmo.

A lo largo de los años como profesora de portugués como lengua extranjera y como profesora de formación de profesores, me he preocupado por no caer en el error de esos docentes por lo que me interesado en adentrarme en el campo de la evaluación, considerando ésta como parte de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, no solo para comprobar al final de una unidad o de un semestre si los objetivos fueron alcanzados.

Debido a mi interés por evaluar el aprendizaje de mis alumnos de manera continua, formativa y justa, he consultado diversos autores como: Almeida Filho, Bloom, Díaz Barriga, Hasting, Hernández Rojas, Hoffmann, Leblanc, Littlejonh, Manaus, Oscarson, Panchaud, Rea-Dickins, Santana, Scaramucci y Stenhouse, y recientemente Moreno Oliva.

A continuación menciono una cita de estudiosos de la evaluación que me ha ayudado a comprender la evaluación en un sentido amplio:

“El crecimiento profesional del profesor depende de su habilidad en garantizar evidencias de evaluación, informaciones y materiales a fin de mejorar su enseñanza y el aprendizaje del alumno constantemente. Además, la evaluación puede servir como medio de control de calidad, para asegurarnos que cada nuevo ciclo de enseñanza-aprendizaje alcance resultados tan buenos o mejores que los anteriores”.
(Bloom Hasting, Manaus: 1971)

Personalmente considero que si el aprendizaje es continuo (no paramos de aprender nunca, ¿verdad?), entonces la evaluación debe ser igual, es decir, continua, pero para llegar a comprender la evaluación en su sentido amplio es necesario entender que “testar” y “evaluar” no son verbos sinónimos. El test, de hecho es una técnica de evaluación, pero no la única. Muchas veces las respuestas que esperamos encontrar a través de los tests las tenemos en el salón de clase, bajo nuestra nariz. Por ello creo que la observación debe ocupar un lugar destacado en la evaluación. El profesor debe ser capaz de evaluar el aprendizaje de sus alumnos mediante las observaciones cotidianas de ejercicios y actividades realizadas allí, en el salón de clase.

Algunas técnicas de evaluación que utilizo para evaluar el aprendizaje de mis alumnos, además de lo señalado anteriormente, es la realización de proyectos a lo largo del semestre sobre tópicos de interés de los alumnos; el portafolio, tipo de evaluación que como Díaz Barriga y Hernández Rojas señalan: “Este tipo de evaluación es longitudinal e integral y permite valorar, más que los productos, el proceso de desarrollo de aprendizajes y habilidades complejas durante un episodio de enseñanza amplio” (2002:377). Asimismo, promuevo la auto-evaluación en tres modalidades: ficha de auto-evaluación (de carácter introspectivo), la entrevista cara a cara, y la narración por escrito. Por los resultados obtenidos, con respecto a la auto-evaluación, considero que efectivamente el alumno tiene habilidad para auto-evaluarse de manera natural y espontánea y que, en general, los resultados de la auto-evaluación están en estrecha relación con el nivel de desempeño esperado. Para ello, estoy plenamente convencida de que una de las principales responsabilidades del profesor es orientar al alumno en la búsqueda y aplicación de diferentes modalidades de auto-evaluación que le permitan, poco a poco, alcanzar la autonomía de su aprendizaje.


Aprovecho este espacio para agradecer una vez más al doctor Moreno Oliva por haber compartido con nosotros sus amplios conocimientos en el campo de la evaluación educativa; creo que después de haber participado en el taller coordinado por él, muchos de los colegas que asistieron con certeza se integrarán al Macro-proyecto de Evaluación, yo por mi parte seguiré trabajando con el grupo con el propósito de que logremos establecer los lineamientos para la evaluación del aprendizaje de los alumnos del CELE dentro de los preceptos de la evaluación formativa, continua, constructiva y democrática.

Anónimo dijo...

Hola a todos.
Antes que todo quiero disculparme porque no pude asistir a la última sesión del jueves, cosa que lamento ya que las otras tres me parecieron sumamente interesantes. También quiero agradecerle al Dr. Moreno haber compartido con nosotros tan generosamente y sencillamente sus conocimientos y documentos, y a las organizadoras por haber lanzado la invitación abierta a quienes no estamos en el proyecto.
El documento que nos dieron me parece muy rico y útil ya que son textos recientes, y cuando menos en lo que me concierne, de autores que no conocía, en su gran mayoría.
En lo personal me he interesado en la problemática de la evaluación desde hace tiempo:en 1995, en la mediateca empezamos a planear cómo formar a los aprendientes a que se evaluaran para lograr un aprendizaje lo más autónomo posible, pensando que sin ello el proceso quedaría a medias. Era muy difícil convencerlos y demostrarles que sí tenían herramientas y la capacidad para valorar sus avances. Pero más atrás todavía, cuando entré al CELE en el 82 "los de Francés" tratábamos de negociar con los alumnos temas de estudio, metodologías y las evaluaciones de su desempeño.
Ahora intento trabajar sobre las representaciones acerca de la evaluación, y me parece entonces muy relevante que se haya dado este seminario. Estoy convencida de que hay que respetar ritmos, estilos, tipos de aprendizaje y aprendientes pero al mismo tiempo me gustaría pensar que como profesores bien formados podemos ayudar tantito a que se mejore el proceso de aprendizaje, el proceso metacognitivo de nuestros alumnos.Me queda claro que hace falta mucha reflexión, lecturas, discusiones en grupo y FORMACION para poder avanzar y lograr cambios. Hablo de reflexión ya que a menudo, siento que nos dejamos llevar por la rutina, las directrices oficiales, la facilidad de seguir el libro y entramos en contradicción, entre lo que pensamos y lo que hacemos, sin siquiera percartanos de ello del todo. Es un proceso largo, a veces lleno de obstáculos y resistencia pero vale la pena hacer el esfuerzo.
Noëlle Groult

Diana Hirschfeld dijo...

Durante el curso de evaluación impartido por el Dr. Moreno Olivos tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre los múltiples aspectos que implica este proceso. Si al principio del macroproyecto de evaluación probablemente nos imaginábamos que íbamos buscar lineamientos para reestructurar los exámenes del CELE, ahora estamos frente a un problema mucho mayor e interesante de lo que me imaginaba. Si de por sí es grande la responsabilidad de evaluar a alguien o algo para algún propósito, saber que hacer con estos datos obtenidos es todavía mayor. La evaluación no es solamente un problema técnico, también es un fenómeno moral, la evaluación no es un momento en el semestre sino un proceso participativo, se aplica para entender, no para juzgar, la evaluación no debe ser un acto individualista sino colegiado. Y lo más inquietante: la evaluación no es el punto final, es el comienzo. No alcanza con cambiar los exámenes, ni solamente las prácticas, debemos cambiar de mentalidad: para nuevos retos necesitamos también nuevos compromisos – de todos – de la institución CELE, de los Departamentos de Lenguas y de Lingüística Aplicada, de la Formación de Profesores, de todos los colegas, de maestros y de alumnos, de personal administrativo y de apoyo. Y, en un lugar muy importante, de Especialistas - y al mismo tiempo personas muy especiales y estimados – como el Dr. Moreno Olivos, quien tuvo la paciencia y la sabiduría de guiarnos un ratito a través de esta jungla de implicaciones de la evaluación. ¡GRACIAS!

Diana

andre dijo...

Nicole Trocherie

Una semana Después de haber tomado el taller con el Doctor Moreno surgen algunas reflexiones sobre la importancia de un cambio o más bien nuevo giro hacia la evaluación, este “cambio” será paulatino, ya que la Sociedad Educativa no esta preparada para este nuevo giro hacia una “evaluación cualitativa”.

El problema no es cambiar los instrumentos de evaluación, más bien es tener un actitud positiva hacia al cambio para que la institución, el profesorado, los estudiantes marchen en la misma dirección.
Tomando consciencia que la evaluación es un proceso y no un producto final.

Somos consciente que nuestra manera de evaluar no es la más idónea o acertada.

• ¿Cuales serán los cambios los más urgentes?
• ¿Cuales compromisos, actitudes deberemos adoptar como educantes?
• ¿Las teorías que los autores nos plantean son adaptables a nuestro Centro de trabajo?

Considero que las lecturas, las reflexiones que compartimos durante el taller serán un punto de partida para reflexionar colegiadamente sobre un asunto que nos preocupa y nos ocupa en el CELE.

Agradezco al DR Tiburcio por haber generosamente compartido su saber, de haber abierto una ventana hacia la reflexión sobre un nuevo sendero a emprender hacia la evaluación cualitativa.

Alma Ortiz dijo...

Alma Ortiz

Mis comentarios sobre el curso del Dr. Moreno son muy favorables. La manera de presentar el tema de Evaluación Cualitativa demostró los conocimientos del doctor sobre el área, la dinámica de trabajo fue amena, a pesar de las horas de trabajo y que por el hecho de prestar atención la mente se cansa o divaga; el doctor fue lo suficientemente convincente para plantear las discusiones a buen nivel y lograr motivarnos.

En lo particular, no me era tan desconocido el tema y sin embargo no me habían compartido el enfoque de manera tan convencida y conocedora.

Al introducir el tema en contraste con la evaluación cuantitativa ésta queda en demérito por las perversiones a las que se ha prestado. Sin embargo, hay que recuperar el propósito de ambas perspectivas y el valor de cada una de ellas para que el panorama sobre la evaluación educativa esté completa. Transmitir el constructo sobre qué es enseñanza es primordial para aplicar el propósito evaluativo pertinente.

Muchas gracias.